¡Hola! Soy Rosa.

Aunque no siempre me he dedicado a la fotografía, sí he capturado mentalmente las imágenes más bellas de las personas que he ido encontrando a lo largo de mi vida.

La fotografía me ha permitido enseñar esas expresiones que, hasta hace un tiempo, solo yo podía ver imaginariamente.

Durante muchos años he trabajado en sectores que nada tienen que ver con la fotografía, aunque siempre había ocasión para hacer fotos.

Hace siete años tomé la decisión de dedicarme exclusivamente, montando un pequeño despacho en casa y haciendo  exteriores.

Hasta que un día se me ocurrió llenar una habitación de helechos y ramas y ahí empezó mi locura.

En ese momento me di cuenta de que mi pasión no era capturar el momento, sino crearlo.

Me inspira el bosque, las mansiones abandonadas en las que únicamente habita la naturaleza que les va ganando terreno, los paisajes solitarios.

Me gusta la luz natural y los colores vintage gastados.

Siempre se me ha dado bien realzar la belleza.

Puedo decir que me dedico a lo que me apasiona y que muchas noches me cuesta dormir deseando que amanezca, para continuar con lo que estaba haciendo.